Se suele considerar el insomnio como un síntoma de otro tipo de trastornos y sin embargo diversos estudios reflejan que el insomnio se da más frecuentemente en personas sin ningún otro problema, por eso su tratamiento como elemento aislado es importante. Incluso cuando acompaña a algún otro problema, su mejora influye de manera importante en la solución de los trastornos a los que se asocia. Se ha comprobado de manera longitudinal que la presencia del insomnio puede llegar a precipitar problemas diversos como la depresión, ansiedad, irritabilidad, descenso de la satisfacción laboral., etc

Hay muchas formas de insomnio: nosotros englobamos el tardar demasiado tiempo en dormir, el despertarse mucho antes del momento de levantarse, el despertarse muchas veces por la noche o tener la sensación de que no se ha dormido bien y no se ha descansado, el tardar en conciliar el sueño…Según el modelo cognitivo-conductual de tratamiento del insomnio han de entrenarse los mecanismos que llevan a conciliar el sueño normalmente e instaurar de nuevo el automatismo en la función automática de dormir.

 

Descripción del Insomnio

  • Nadie puede vivir sin dormir. Mientras dormimos nuestro organismo fabrica todo lo que gastará al día siguiente y repone fuerzas. Durmiendo reponemos la energía que gastamos ayer y que necesitaremos mañana. Por ello, nuestra salud física, emocional y mental están, en cierto modo, en manos del sueño. Y, por ello mismo, una vida mejor puede depender directa y simplemente de que tengamos un buen sueño.
  • Necesitamos dormir simplemente para estar despiertos y estar despiertos para luego poder dormir. Si no dormimos bien sufrimos las consecuencias durante el día (fatiga, irritabilidad o falta de concentración). Pero también es cierto que si no estamos bien durante el día, pasaremos una mala noche. Si uno se acuesta con ansiedad, tardará más en conciliar el sueño y tal vez éste no tendrá la suficiente calidad reparadora.
  • Todo ser humano posee un reloj biológico que gobierna su organismo y fija los ritmos biológicos humanos. Por ejemplo, regula la secreción de adrenalina, melatonina, y rige la temperatura corporal, influyendo todo ello en el ritmo de vigilia – sueño. Estos ritmos se denominan ritmos circadianos (se repiten cada 24 horas). Tienen su expresión en las funciones biológicas porque son el conjunto de estructuras encaradas de organizar temporalmente los profesos fisiológicos y conductuales del organismo.

 

Tratamiento no Farmacológico del Insomnio

Estas son algunas de las pautas que pueden ponerse en marcha para mejorar la cantidad y la calidad del sueño desde un tratamiento no farmacológico, sino basado en el reentrenamiento de pautas y rutinas, y en el desarrollo de la autonomía personal.

Higiene del Sueño:

  1. cumplir un horario regular para acostarse y levantarse,
  2. realizar algo de ejercicio físico durante el día,
  3. evitar ingerir sustancias estimulantes, excitantes y bebidas alcohólicas,
  4. no acostarse hasta dos horas después de la cena,
  5. llevar una vida tranquila,
  6. favorecer la relajación antes de acostarse,
  7. Evitar el ruido y la luz….

 

Entrenamiento en Técnicas de Relajación: la relajación es el estado que precede al sueño. Es necesaria conseguir una relajación fisiológica y mental.

  1. Respiración Abdominal.
  2. Respiración en Cuadrado.
  3. Recorrido corporal.
  4. Evocar escenas agradables

 

Evitar:

  1. Evitar llevarse los problemas diurnos a la cama (estrategias de parada de pensamientos)
  2. Iniciar el sueño de forma habitual con medios externos: TV, radio, música
  3. Evitar centrarse en el dolor físico si hubiera patología dolorosa de base

 

Existen otras técnicas no farmacológicas que pueden utilizarse para conseguir una mejora en el la calidad y cantidad de sueño. Para poder utilizarlas es necesario acudir a un profesional y después de un adecuado diagnostico podrá valorar que técnica es la más adecuada.
En algunos casos el tratamiento ha de ser combinado con fármacos y una vez conseguido el objetivo se van retirando poco a poco.